RAÚL SALGADO | @raulsalgado | Ferrol | Martes 19 noviembre 2013 | 12:45
Neumáticos quemados. Tráfico cortado en el acceso a Ferrol por la AP-9. El último grito de la comarca, esta vez sí. Se acaba el 2013, se acaban el trabajo y las oportunidades de futuro. No es una escena pesimista, es la cruda realidad. Con la rabia entre los dientes, miles de trabajadores del sector naval han avivado la llama de sus demandas en una larga marcha por la ciudad.
Pasadas las diez y media de la mañana de este martes, los operarios partían desde el astillero de Esteiro. Atravesaban la avenida principal del barrio y accedían al polígono de A Gándara. Fue entonces cuando remontaron el acceso al nuevo polígono de O Boial y descendieron a la AP-9. A pie de asfalto, las ruedas ardían entre gritos y pancartas, pero también con muchos y prolongados momentos de silencio. El de la tensión.
Al mediodía, los restos de los neumáticos languidecían entre Ferrol y Narón. El grupo regresaba a la antigua Bazán. Son los últimos coletazos de dos años de protestas en las calles, que este martes han estado acompañadas por muñecos con los rostros de responsables de SEPI y de Navantia, pero también caras de dirigentes políticos.
Administraciones y empresa
Ignacio Naveiras, portavoz del comité de empresa de Navantia Ferrol, dijo que son culpables de la situación actual no solo la cúpula del grupo naval público, sino también las administraciones. Ante la posible pérdida del contrato para la construcción de cuatro gaseros, recordó que las empresas que promueven el concurso -Repsol y Gas Natural Fenosa- reciben «moitos cartos públicos».
A su juicio, el Gobierno «non fai os esforzos necesarios» en beneficio del sector. Al hablar de políticos, citó en primer lugar al alcalde de Ferrol. José Manuel Rey Varela pidió explicaciones a la empresa estatal sobre esos buques y, como respuesta, Naveiras le dijo que no son «de recibo as declaracións que fai». Feijoo, a su entender, lleva tiempo «calado», sin que hayan llegado ni el dique flotante ni el flotel.
«Teñen que botar o resto», exigió, porque sostiene que «é tempo de que o medo cambie de bando». Este miércoles seguirán protestando, sumándose a la huelga de la enseñanza. La próxima semana acudirán al Parlamento de Galicia y al pleno del Concello de Ferrol, en un claro ejercicio de presión ante la clase política para buscar su reacción ante los acontecimientos. En diciembre, Bazán y Astano se quedan sin actividad.
Más protestas
Naveiras insistió en que la dirección de Navantia es nombrada por el Gobierno, liderado por el PP, y auguró un incremento de la movilización y del respaldo ciudadano. Todo ese esfuerzo confluirá el 1 de diciembre en una gran protesta ciudadana en Ferrol. «Non hai máis tempo», remarcó, prometiendo la «contestación que merecen» los que definió como «sinvergüenzas políticos» que «non representan a ninguén».
La empresa prevé presentar su nuevo plan industrial el 4 de diciembre. Sugieren los sindicatos que tendrá una respuesta contundente por su parte, máxime ante la actitud del grupo, que tildan de errática. Pero hay esperanza. Naveiras cree que se está «a tempo» y que se puede negociar sobre los propios gaseros para que se construyan en España.
En su opinión, con ceses de responsables de la firma «os traballadores non comen» y «non se enchen as gradas». Entre consignas conocidas, la manifestación provocó problemas de tráfico en Esteiro, A Gándara, el acceso al Complexo Hospitalario Universitario o en la carretera de Castilla. Por esta última regresó el grueso de los movilizados más allá de las doce del mediodía.
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