Iván Cernadas | Cedeira | Lunes 1 abril 2024 | 20:20
Acaba la Semana Santa y también lo hacen las rutas del Xeoparque de Cabo Ortegal realizadas durante estos días y que tienen como objetivo descubrir los encantos de un territorio que llama la atención desde el punto de vista paisajístico y geológico. Para aprender y valorar todo el potencial de este tesoro consultamos a Fran Canosa, el geólogo y guía de los recorridos organizados estos días en los siete Concellos que abarca el proyecto de Xeoparque y que el próximo 24 de mayo cumple un año como Patrimonio Unesco.
Canosa lleva años implicado en el desarrollo del Xeoparque y conoce la zona como pocos, su experiencia como geocientífico y apasionado custodio de este tesoro natural lo hacen el perfecto intérprete de los viajes organizados durante la Pascua y que vuelven en verano. Y es que el programa de Xeorrutas promete una inmersión en la historia de la Tierra, revelando cómo el choque de continentes y los procesos geológicos han esculpido este rincón del mundo. «El conocimiento ayuda a mantener el Xeoparque que tenemos», asegura Fran Canosa, destacando la importancia de comprender y valorar nuestro entorno para garantizar su preservación para futuras generaciones.
Bajo la dirección de este experto guía desde Ferrol360 visitamos la XeoRuta de los Acantilados de Cedeira programada por el Concello de Cedeira para el pasado 29 de marzo. La cita comenzó a las 16:30 horas en el mirador de Chao do Monte desde donde se puede ver al fondo a Santo Andrés de Teixido. Situado a 354 metros de altura sobre el nivel del mar, esta experiencia única, de baja dificultad y apta para toda la familia, consta de un recorrido aproximado de 5 kilómetros por la emblemática Serra da Capelada.
Las personas que visitan la zona posiblemente desconozcan que cerca del enclave de Chao do Monte se encuentra uno de los lugares que los asesores de la UNESCO tenían más ganas de ver, indica Canosa. El geólogo explica que este lugar es especial ya que en la superficie se encuentran rocas procedentes del manto y de la corteza terrestre, un fenómeno poco corriente y que permite disfrutar a simple vista de minerales procedentes de dos zonas diferentes de la superficie terrestre.
Este viaje al pasado se enriquece aún más al descubrir las huellas de estas rocas, mucha de las cuales, se encontraban a unos 70 kilómetros bajo la superficie, o incluso en el lecho de antiguos océanos. En la actualidad, estas piedras afloran en la superficie y se pueden tocar y disfrutar con unas vistas panorámicas sin parangón y forman parte del conocido como «bosque petrificado», un término inexacto desde el punto de vista científico, relata el geólogo.
Desde ese punto, la ruta sigue los pasos de la ensenada de Santo André y bordea lo que queda del muro de piedra situado encima del arenal de Cortes. Nuestro guía nos indica que antaño los pastores y ganaderos de Cedeira guardaban el ganado en la zona, ya que había pasto suficiente para los animales y gracias, precisamente, a la estructura de piedra no podían escapar. El camino sigue el muro hasta llegar al borde del acantilado y nos deja en Punta San Domingo desde donde podemos ver Chao do Monte. Este privilegiado mirador es especial ya que supone disfrutar da Serra da Capelada en todo su esplendor, con Punta de Limo al fondo y Punta Balteira a nuestra espalda.
Las preciosas vistas añaden un valor incalculable a la experiencia enriquecida gracias a las charlas y explicaciones del guía que explica los secretos de la geología local y que suponen un viaje al interior del planeta, tal y como se llaman las rutas. Y es que en la zona se pueden ver rocas que para verlas tendríamos que cavar en la tierra a más de 100 kilómetros de profundidad.
La geología y el paisaje del Xeoparque es único y tiene un valor tal que la UNESCO lo ha incluido en la red de 147 geoparques designados en todo el mundo. El próximo 24 de mayo se cumplirá un año de la concesión del título de Geoparque Mundial de la Unesco y tocará celebrarlo de nuevo. No todos los días se reconoce de forma oficial el valor de nuestro paisaje.
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